sábado, enero 30, 2016

Padre nuestro

El viejo estaba en una esquina, arrodillado y con una manta sobre la cabeza. Estaba frente a un sirio encendido y las sombras bailaban sobre las paredes.

-¿Oiga, qué está haciendo ahí?


Tornóse el viejo y me dijo que le estaba rezándole a Dios para que matara a todos esos triple-hijuputas.

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