Cuando lo sacaron de los hierros torcidos de su auto, el cual explotó 20 minutos después, dijo a los bomberos y a la gente de defensa civil: “fue la lectura y los libros los que me llevaron hasta aquí”. Al día siguiente lo ejecutaron públicamente en la sala de cuidados intensivos ante la mirada atenta de las enfermeras. Una de ellas tenia ropa interior roja.
viernes, abril 27, 2012
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