domingo, marzo 25, 2012

The cinematographer

25 de marso de 2012.

El tiempo se mide contando los centímetros y las vidas pasadas que caben en cada uno de ellos. El espacio se mide con la luz, tanto con su ausencia como con su insoportable presencia. La realidad es un regalo de la imaginación, el más grande de todos los dones. Eso, lo digo en términos objetivos, pues para mí el más grande de los dones es mi mamá, Lilia.

Hoy en su cumpleaños, siento necesario decirlo, escribirlo, escribírtelo, decírtelo.

La complicidad que compartimos, la ausencia que nos une, los silencios y los espacios en los que faltan nuestra presencia, donde no estamos ni tú ni yo, todo eso me hace verte. Como guardando imágenes y palabras a las que estas se incrustan, vivo este día, así vivo tu cumpleaños, mamá. Sin pastel, pero con el recuerdo de su sabor y la implosión de la velita que se apaga antes de los aplausos, la euforia y la alegría y las risas. Feliz cumpleaños a ti. Sin ella pero con ella, vivo esta película en la que siempre están los recuerdos, la más larga y placentera de las experiencias cinematográficas. Feliz cumpleaños a ti. Siento y oigo tu voz, tus caricias y hasta tus regaños –caricias también, caricias de otra raza-, ésos que me hacían sonreír. ¡Que los sigas cumpliendo hasta el año 3000!

¡Adoro! ¡Mamá loca y hermosa!

1 comentario:

Lilia Valencia Valencia dijo...

Gracias, tesoro mío. Un cumpleaños cargado de emociones, de trabajo y de un hondo suspiro con tu mensaje. Sabes bien cuánto te quiero.