
Las cosas
más hermosas deberían no tener nombre. Es más fácil asociarlas con algo que arde dentro de nosotros, que con las palabras; pues estas, a pesar de ser cautivadoras, en últimas, no dejan de ser artificiales. Algo me dice que este sentimiento viene de una parte antigua de nosotros mismos que sale a flote al percibir su reflejo. ¿Existe algún problema con que las cosas sean... y ya!?
1 comentario:
son tan vacías y tan incapaces frente a esas cosas que hasta creemos que son verdad. frente a eso simplemente el silencio. para las otras cosas, nos contentamos con esa sensación de usarlas sabiendo que no significan nada, como cuando decimos que el sol sale aunque sabemos que en realidad no es así etc. etc. de nuevo, sólo queda el silencio, y alguna evocación. estamos en la misma frecuencia.
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