jueves, noviembre 08, 2007

El futuro, qué es eso

No sé qué tengo, pero últimamente las cosas van oscureciéndose. El futuro es una idea recurrente; más que el futuro, una hoja en blanco sin un lápiz para rayarla. ¿Qué he de hacer? ¿Que hay más allá del día de mañana? Puede que no haya algo terrible. Puede que sí esté ahí el monstruo, esperando. Mañana no sé, pasado mañana ni siquiera puede intuirse la ignorancia, ni siquiera invocar el vacío.
Pensar en estas circunstancias no es pensar. Tener la cabeza en un lugar y un tiempo que no existen me llena de ganas de desaparecer entre las llamas, o ser destrozado por un lobo inmenso mientras duermo en mi cama. El cuadro sería aterrador al otro día: sangre por todas partes, cabellos blancos y pedazos de hueso. Todos dirán algo así como pobre muchacho, tenía mucho futuro. Lástima que de los charcos de sangre o de la evidencia no se pueda sacar el sentimiento de impotencia ante el tiempo, que como una ola, se acerca para ahogarme.

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