domingo, octubre 28, 2007

Plantas

Las raíces están por fuera del estómago, pero resultan ser estómago y aquello que desde fuera nos mira. Letras sin ordenar, arena en los zapatos. Un pequeño trópico en las hojas, ya secas; pequeño trópico siento venir desde mis ramas, donde los monos lloran y toman avena. Si la cara del fastidio es la única que me sonríe, no hay mucho que decir, diré: letras sin ordenar, arena en los zapatos y raíces que emprenden una retirada hacia el lugar de origen: el estómago.
Lugares que no están presentes y muebles que mis manos no reconocen a pesar de tocar con insistencia. Una cara que me sonríe mientras un hilo de sangre cae y cae. Silencio.

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