sábado, marzo 14, 2009

Jugo

Relámpagos que no tienen rostro. Muchas veces París me permite una satisfacción: esquivar su encanto. Jugo de naranja en la mesa-de-comer; vuelvo de lavar la ropa en el octavo piso, tomo el vaso, pruebo el jugo y está agrio. Mientras pasa por mi garganta un cuervo me sonríe desde el balcón. Una primavera.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Llego` la primavera.

La primavera llego`.

Gatohombre en Paris dijo...

Sí!!! Lo mejor. La gente sale como focas a tomar el sol. Es más, esto no se responde con palabras, con fotos es mejor. Cuando tenga una la pongo.