
Recuerdo. Era niño y Radioactiva (la emisora) estaba de moda; vi un programa dedicado a Dépêche Mode. Pues bien, el vocalista (saben el nombre y no lo buscaré… luego) trataba de quitarse la vida después de haber tenido conciertos en los que la gente gritaba sus canciones y las cosas eran color de rosa –como el cielo y la luna en invierno-. Extraño, decía yo-niño frente al televisor. Recuerdo. Juan Rulfo no se quitó la vida, creo, pero nunca escribió nada más fuera de aquello que le trajo éxito. Extraño pienso yo ahora.
Miedo e incertidumbre explotan hoy en mi cabeza, pero no se me ocurre ni quitarme la vida ni dejar de escribir, se me ocurre algo más cobarde: guardar silencio con los ojos cerrados en mi cama mientras la noche trepa las montañas. Rock y soledad,
a long story of blood, rock and terror.Espero no tener más pesadillas, eso me cansa. Buenos libros sí pero nadie con quién volverlos aire en una conversación.
2 comentarios:
If there’s a kingdom beyond it all
Is there a God that loves us all
Do we believe in love at all?"
david gahan.
Creo humildemente, que las decisiones tajantes son las más cobardes, se toma una posición para poder ser juzgado, pero se niegan las posibilidades impredecibles de un futuro aparentemente cruel.
Es más cobarde la muerte que la agonía.
Valiente el silencio y los ojos cerrados, oasis nutridos de la pasible muerte, mientras sabe que la noche trepa las montañas, antes que el rojo líquido derramado indiscriminadamente sobre algodón blanco.
Publicar un comentario