miércoles, mayo 07, 2008

Cero

Jugar con el aire no es gran cosa para mí pues respiro todo el tiempo, sin darme cuenta. De todas maneras el día había sido extraño en la oficina: mucha soledad y mucho trabajo. La soledad que siento es metafísica, pues todo el tiempo estoy viendo gente. Gente y gente. Problemas. Jugaba con el aire cuando pensaba en el futuro, en el sueño que me habrían de contar hoy en la noche.
Angie, creo que ese perrito tiene mucho frío. Parece que se muere, a mí me da pesar. La mamá de Angie las miró. Alzó las cejas, y sin dejar de mirarlas recogió el cachorro, lo acarició y lo metió al horno micro hondas. 60 segundos.
El cine me intriga sin dejar de aburrirme. No sé qué sentir. Hace aproximadamente 5 minutos vi No Country for Old Men. Una película que dura -en la versión que j'ai- 2 horas y 2 minutos. Cumplo años el día 22, pero no sé cuantos: tal vez 23, tal vez 24. La cuenta... la cuenta me da pereza hacerla; el tiempo está ahí y la edad es tal vez algo cultural, tiene muy poco de física. Supongo que todo debería ser medido en decadencia y juventud, o en debilidad y vigor. No sé: suenan como categorías estúpidas, pero a fin de cuentas categorías justas. Los años se acumulan unos sobre otros pero no dicen nada, las noches se rompen unas contra otras y nadie recoge sus trozos.
pfa dice que la juventud es una enfermedad, y ahora cuando veo a un niño con gripe me confundo. Comí muchos espaguetis y no me arrepiento, ojalá también sea un efecto secundario de la juventud que padezco. Pienso en la película y encuentro cierta relación entre esta y Roberto Bolaño, algo que habría querido escribir un día de trabajo. Hoy me siento un poco más libre, no sé qué diga Ud señor Bolaño.
NOTA: La vida pasa y ordenar todo es algo complicado.

2 comentarios:

Matute dijo...

Socio mándeme su email.

Al: cclecheverri@hotmail.com

Danke

Gatohombre en Paris dijo...

Sisas. Socio, moacho, ahí ya lo contacté por el mero msn. Gisla. Creo que eso se escribe así, luego le cuento.