lunes, abril 07, 2008

3 tris3 gato3


Ver mi cara en el espejo y sentir que mis ojos son tristes me pone mal. La semana pasada comprendí gran parte de lo que soy: estuve solo. Completamente solo. Supe quienes eran mis amigos, supe gran parte de lo que era. La balanza, el péndulo. Verme en el espejo, mirar mis propios ojos, saborear un verde intenso, un silencio igualmente intenso. Éramos tres en el tejado, sin violín; distantes. Desde la semana pasada me odio, ahora con mayor convicción que antes. Me odio. No sé pensar bien sobre las cosas que pasan por mi mente. Tres gatos. Nada de metafísica, la soledad es un estado de la materia, así como lo es lo líquido, así como lo es el color verde de mis ojos, que no se ve, que no dicen nada, que no me habla cuando lo necesito. La soledad no es estar propiamente sin compañía, es el hambre que no llega, es el silencio que muestra su enorme dentadura. El olor del miedo es ya un perfume habitual. Una cita con un fantasma Felipe lo llevo? Felipe tiene que leer cuando no tiene nada que esperar todo está claro me odio al cuadrado me odian los números me odia el reloj el tiempo es mi pastor el tiempo es mi verdugo el tiempo no me necesita el tiempo me abandona el tiempo... los pasos del reloj (tic tac tic tac) la oruga que me mira el humo que me llena la ciudad que pasa sobre mi la ciudad que sobrepaso porque la pienso el mar que poso el poso que me traga el odio que absorbo un sorbo de licor un sorbo de envidia un espejo que miente una mente que no está. Una consciencia. Cero consciencia. Nivel cero de consciencia. Mal. Estoy mal, pensaba que estaba mal. Tres gatos en el tejado, sin violín. El sol pasa sobre mi. Todo se ve, todo está claro, sé quién soy: te identifiqué... algún día me libraré de ti y de ese color verde, de ese tono imperceptible y de esa ceguera. Tengo miedo a operarme los ojos, tengo miedo sin razón aparente. Tengo miedo. Tengo tres gatos.

NOTA: La foto de los tres gatos es cortesía de un fotógrafo salamineño. Creo. No sé si es de allá. En todo caso muchas gracias a Ana María Jaramillo y al fotógrafo, a las montañas y a los gatos por esta en ese momento, muchas gracias a la soledad en este momento.

1 comentario:

Andrea Carolina Sanchez Gonzalez dijo...

ciertamente verse al espejo, verse los ojos, leer la expresion puede ser desagradable, a veces aterrador, a veces esperanzador, a veces aburrido, a veces prefiero no mirarme o mirarme sin leer, rapidamente, fugazmente.