A veces escucho « 4am » hasta que se me caen los parpados y la pereza me ensordece, en ese momento me duermo. Cuando despierto pienso: “esa no es tu casa y ese ya no es tu lugar”. La noche me trae una dosis insoportable de cosas que son recuerdos pero que en esencia no lo son. Es difícil de explicar pero es así: cosas parecidas a otras, pero en el fondo no tienen que ver nada con la realidad vivida, o con la vívida realidad. Esta última es un cuervo que mete su pico en mis ojos. Así se siente hoy el día cuando digo: Bonjour Madame... et désirée vous un café avec ?.
Punto seguido.
Mañana viajo en bus, mañana soy y estoy y para nada y basta. Mañana viejo en bus, mañana la virgen del Carmen toma el volante y acelera. Mañana tomo un bus y no tomo casi agua porque me dan ganas de orinar. Mañana viajo en bus y me obsesiona tanto como el ayer. Mañana viejo en bus, no en tren, tampoco en avión. Mañana viajo en bus y el ritual de « 4am » se repite.
2 comentarios:
Ojalá ese mañana sea un hoy cargado de luz, de entusiasmo y esperanza. Que puedas disfrutar este tiempo en buena compañía y con el recuerdo constante de quienes tanto te queremos.
Si, mama! Te quiero mucho !
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