Pasillos; 8:03 pm

Es complicado por ahora. Quiero decir: escribir lo que siento. Salgo y veo, la veo. Sé que pocos, muy pocos pueden entender esto que con su aguijón me envenena desde adentro. Unos ojos muy grandes, oscuros, tal vez llenos de agua hirviendo. No sé: me enredo al querer explicarlo. Su cabello es ira pura. En el cuello, en la nuca, un objeto que atrae mi atención. Un poco como Argol de Perseo. Ver ese objeto ensucia mi sangre, tal vez por ese motivo el estómago me da vueltas y la imposibilidad llena mi desesperación con una cerveza y mucha música. No sólo el hombre es pasado y presente, es más futuro, la expectativa: el motor de cada paso. Una guitarra que ha soltado sus riendas y amenaza con matarnos a todos. Quisiera romper el silencio con un martillo, quisiera esa cara de tormenta haciendo polvo mis pupilas. Quisiera esas nubes y esas voces difuntas refrescando mis tardes. Quisiera encontrar, para dejar de buscar; el objeto, el talismán, los ojos negros y un saco gris. ¿Il y aura une chose noire pour manger quelque soirée? La experiencia de vomitar interminables ríos de pintura es la que me impide el placer de morir de sed, esa experiencia en el pasillo es la que me saca los ojos y los deja estancados en ese momento, frente a la cartelera, cuando pasé muy rápido y sólo vi tres espaldas. La ficha del medio: l'unique que je veux. Tener miedo, disfrutarlo, crecer y morir de aburrimiento frente al televisor.